Nacho es un niño de doce años que vive en
Barcelona. Hoy hace un día bastante soleado y Nacho no quiere ir a su
habitación a hacer los deberes , así que ha decidido salir a pasear al parque y
aprovechar los pequeños rayitos de sol.
Mientras se dirigía caminando hacia al parque, le pareció
oír una pequeña vocecita que provenía de un árbol que se encontraba al lado de
la acera.
De repente, en lo alto de la copa del árbol pudo
comprobar la figurita de un pequeño ser que luchaba para no caer al suelo desde
lo alto del árbol.
Nacho sin salir de su asombro se dirigió hacia el árbol y
subiéndose en un banco que se encontraba cerca del árbol, con un gesto rápido
dio alcance al pequeño ser.
-
¿Pero quién eres tú? – preguntó Nacho.
-
Hola. Perdona. Déjame que me limpie un poquito las botas
y me presento. Me llamo Talín y soy un enano dendrito- dijo esbozando una gran
sonrisa.
-
Un dendrito. Provengo del planeta de las dos lunas , a
unos 10 000 kilómetros luz de aquí- dijo Talín.¿ A qué extraño planeta he
llegado?
-
Hola. Yo soy Nacho y has llegado al planeta tierra. Aquí
no somos enanos dendritos , somos humanos.
-
Bueno, da igual. Ya me está bien. ¿ Tenéis muchos árboles
como este por aquí en vuestro planeta?- dijo Talín esperanzado.
-
Pues la verdad es que no muchos. Cada vez hay menos árboles
y plantas en la Tierra ya que los humanos están muy preocupados en construir y
construir grandes edificios altos y respetan poco la naturaleza- explicó Nacho
a Talín.
-
Pues vaya. Si que estamos bien. Salgo de un planeta
próximo a la destrucción para meterme en
otro igual- dijo Talín muy triste.
-
Pues verás. En mi planeta los dendritos vivíamos muy
felices y tranquilos ocupándonos de nuestros árboles y de nuestros bosques ya
que somos seres que necesitamos respirar el aire puro de los campos y de las
montañas. Pero nuestra tranquilidad se vio alterada debido a los ataques que el dragón verde que habita en la colina
del fuego realiza sobre nuestros bosques frecuentemente.
-
Hace mucho tiempo nuestros antepasados dendritos
consiguieron realizar un pacto con el dragón verde. A cambio de que no les
atacara y que respetara sus bosques y su hábitat de vida, le llevaban cada día
comida. Nosotros los dendritos cultivamos muchos vegetales y frutas en nuestras
tierras y reservamos una parte de la cosecha para el dragón. De esta manera,
generación tras generación hemos vivido en paz con la tranquilidad de que el
dragón nunca nos atacaría gracias al acuerdo que habíamos llegado con él.
-
Pero ahora nuestros días de calma se han acabado. A pesar
de que nosotros cumplimos nuestro acuerdo y le seguimos llevando alimentos
hasta su gran cueva, él parece haberlo olvidado. Cada día son más frecuentes
sus ataques de fuego hacia nuestro bosque y nuestras casas. Nos vemos obligados
a tener que protegernos y a abandonar nuestras casas que quedan destruidas
debido al fuego atroz que despide a través de su boca.
-
Un día tras otro el dragón nos ataca y ya prácticamente
nuestro gran bosque ha desaparecido y nuestras pequeñas casitas con él.
-
Ahora nos vemos obligados a buscar otro planeta que
habitar ya que no podemos continuar la vida en el nuestro. – explicó
detalladamente Talín a Nacho.
-
Pero no es posible que tengáis que abandonar vuestro
planeta por esta razón.. ¿ No podéis buscar otra solución para evitar que el
dragón os siga atacando?- preguntó Nacho.
-
Lo hemos intentado todo, pero el dragón no atiende a
razones. De repente viene al bosque y de manera desesperada comienza a lanzar
fuego por la boca- dijo Talín.
-
Bueno, pues has ido a caer a un planeta no mucho mejor
que el tuyo, ya que aquí, aunque no tengamos dragones que despiden fuego por su
boca sí que tenemos a ciertos humanos despreocupados y dañinos que destruyen
nuestros bosques de manera deliberada- dijo Nacho tristemente.
-
Pero aquí cuando se produce un incendio en los bosques
podemos avisar a los bomberos que son las personas encargadas de eliminar el
fuego que se pudiera producir en los bosques como consecuencia de la acción
humana o cuando se producen por accidente- explicó Nacho. ¿Vosotros no tenéis
dendritos bomberos?
-
No . Cuando el fuego aparece intentamos frenarlo a base
de pequeños cubitos de agua que tenemos reservados en una parte del bosque,
pero son insuficientes para poder vencer el fuego del dragón, así que solo
podemos hacer una cosa. Huir hacia otro lado del bosque y esperar a que el
fuego del dragón pierda fuerza. Después intentamos limpiar todos los arbustos y
matorrales que quedan totalmente calcinados y comenzamos a repoblarlo de nuevo
el boisque. Pero esto lleva mucho tiempo y cada vez hay menos bosque que
habitar- dijo Talín. ¿Me podrías explicar exactamente cómo eliminan el fuego
los bomberos’.- dijo Talín.
-
Puedo hacer algo mejor. Si quieres te puedo acompañar a
tu planeta y os puedo explicar cómo poder contraatacar al dragón. Yo sé muchos
trucos- dijo Nacho todo orgulloso para intentar convencer a Talín que le dejara
acompañarlo a su país.
Dicho esto Nacho subió a través del tronco del árbol y
cogió de allí un objeto semejante a una aspiradora de pequeño tamaño.
-
¿Es esto tu nave?- preguntó curioso.
-
Así es.- contestó Talín.
-
Pues tenemos un problema. Yo no puedo subirme en ella,
soy demasiado grande- dijo tristemente Nacho.
-
Eso no es ningún problema- dijo Talín. He traído la seta
del chamán de la montaña. Con ella podrás empequeñecerte durante el tiempo que
dure su efecto. Cuando el efecto haya desaparecido volverás a tu tamaño pero para
cuando eso ocurra nosotros ya estaremos en mi querido planeta- dijo Talín muy
convencido
Nacho no parecía
igual de convencido que Talín y con ligeras dudas se introdujo la seta en su
boca. De repente comenzó a disminuir de tamaño hasta alcanzar uno que le permitió
poder montarse con Talín en su aspiradora voladora.
De repente Nacho se
vio trasportado por los aires encima de la aspiradora que comenzó a alcanzar
velocidad y antes que Nacho pudiese darse cuenta, estaba rodeado de estrellas y
satélites por todo su alrededor.
Pasados unos
minutos, la aspiradora comenzó a descender y se aproximó cada vez más al
planeta de Talín.
Desde lo alto el
planeta se veía desprovisto de alegría y de color debido a los ataques de furia
del dragón verde.
-
Ya hemos llegado- dijo Talín a Nacho.
-
Juntos descendieron de la aspiradora. Nacho se quedó
atónito al comprobar que el planeta estaba totalmente calcinado. Solamente
había sobrevivido un pequeño bosque en la parte más apartada del planeta.
-
Pues es una lástima – dijo Nacho. Tenemos que actuar
rápido antes de que el bosque desaparezca por completo y sea imposible
repoblarlo- dijo Nacho a un Talín que estaba algo más esperanzado.
Cuando llegaron al bosque Nacho vio reunidos a todos los
dendritos que suspiraban y suspiraban muy tristes y conmocionados por todo lo
que estaba pasando.
Talín les presentó a Nacho.
-
Mirad , os presento a Nacho- dijo Talín.
-
Es un humano de la Tierra que nos viene a explicar cómo
hacen en su planeta para contraatacar el fuego y frenarlo a tiempo antes de que
calcine completamente los bosques- dijo Talín.
-
¡AHH si!!- ¿Tu
puedes ayudarnos a apagar el fuego del dragón verde?- dijeron a coro los
dendritos.
-
Bueno, podemos intentar hacer una cosa pero necesitaré
vuestra ayuda- dijo Nacho. Tenemos que realizar juntos una gran manguera por la
que se pueda disparar con fuerza agua y
dirigirla hacia la boca del dragón
cuando él la abra para lanzar su fuego. De esta manera, antes de que
pueda liberar el fuego lo extinguiremos y él se tendrá que marchar sin hacer
más daño a vuestros bosques- dijo Nacho.
-
Así cada vez que él aparezca contraatacaremos con nuestra
manguera su fuego- terminó por concretar Nacho.
Después de las
explicaciones que Nacho dio a los dendritos comenzaron todos manos a la obra.
Mediante diferentes materiales del bosque y guiados por Nacho elaboraron una
gran manguera que dispusieron al principio de los bosques y en cuanto el dragón
verde aparecía los dendritos le atacaban con la fuerza del agua que salía a
través ella. El dragón huía despavorido y con la boca humeando como consecuencia de la acción de la
manguera que los dendritos habían orientado hacia él.
Y de esta manera,
cada vez que el dragón aparecía, los dendritos actuaban. Pero llegó un momento
en que los dendritos comprobaron que tampoco ésta era la solución correcta ya
que siempre tenían que estar expectantes y temiendo que el dragón pudiese aparecer
en cualquier momento.
Así que se
reunieron de nuevo y junto con Nacho, decidieron que la mejor solución sería
investigar cual era la causa de que el dragón tuviera esos ataques de furia y
que comenzara a despedir fuego por doquier.
Decidieron que al día
siguiente partirían a la cima de la colina donde el dragón verde vivía para
poder encontrar la causa de sus rabietas.
Talín, Nacho y
algunos dendritos más, llegaron hasta la cueva del dragón. Desde allí pudieron
ver al dragón y estudiar su comportamiento. Se dieron cuenta que las rabietas
del dragón solían comenzar después de que ingería algún alimento de los que
ellos le preparaban. Pensaron que quizás
se debía a que alguna comida le sentaba mal. Así que decidieron cambiar su
alimentación comprobando qué alimentos eran los que podían provocar sus ataques
de rabia. Se dieron cuenta de que los
alimentos que hacían aumentar sus rabietas eran los que contenían más azucares
así que sustituyeron la caña de azúcar, la setas de almidón y las semillas de
arroz por otros alimentos menos azucarados.
Pero el dragón
seguía teniendo rabietas y muchas veces no coincidían con las horas de las
comidas. En ocasiones se levantaba de madrugada y comenzaba a dar vueltas por
toda la cueva, gimiendo y golpeando a las rocas y a las piedras del interior de
la gruta.
-
Quizás esté enfermo- dijo Nacho
-
O quizás tenga pesadillas- dijo Talín.
En aquel momento el
dragón pareció haberlos oído y bruscamente se dirigió hacia ellos atrapando a
Nacho con unas de sus garras.
-
¡Oh Dios mío, no!! , ¡ Suéltalo malvado dragón ,déjalo
partir!- gritaba desesperado Talín
Pero el dragón
seguía agitando entre sus garras al pobre Nacho que temía convertirse en comida
para dragón.
Pero de repente el
dragón con un gesto de dolor y de sorpresa a la vez liberó a Nacho de sus
garras.
Y es que Talín con
una gran púa de erizo había pinchado al dragón en su enorme trasero y de esta
manera había podido conseguir liberar a Nacho.
-
Muchas gracias Talín. Vámonos corriendo al bosque . Tengo
algo que contaros- dijo Nacho.
Los dos salieron
corriendo de la cueva en dirección al bosque y una vez allí Nacho les hizo una
revelación. Mientras estaba sujeto entre las garras del dragón, en una de las
ocasiones que éste abrió la boca, Nacho pudo ver una gran caries en una de sus
muelas.
Quizás la caries
era la responsable de las rabietas del dragón. Quizás por esta razón se movía
tan agitado y se mostraba tan colérico. Si pudieran conseguir eliminar su
caries dejaría de producir los ataques tan feroces que realizaba sobre el
bosque.
Así que Nacho
volvió a diseñar otro plan para intentar liberar al dragón del dolor que
seguramente le estaba provocando la caries. Si dejaba de tener dolor,
seguramente dejaría de atacar a los dendritos y los bosques dejarían de ser
devastados por su fuego atroz.
Finalmente los
dendritos pensaron que aprovecharían cuando el dragón durmiese para
introducirse en su guarida. Una vez dentro buscarían el momento para
introducirse cuidadosamente por su boca y atar la muela con una gran cuerda. La
cuerda iría sujeta al otro extremo de la cueva , de tal manera , que estuviera
tensa para que cuando el dragón despertase e hiciese el más mínimo movimiento,
estirará con la fuerza suficiente como para hacer que la muela saltara por los
aires y liberar de esta manera al dragón de su tortura.
Tal y como lo
habían planeado los dendritos junto con Nacho se pusieron manos a la obra y con
cuidado ataron la cuerda a la muela del dragón. Cuando éste despertó y se
levantó bruscamente, el tirón de la cuerda sobre la muela hizo que se produjera
su extracción y el dragón con un gesto de dolor, se vio por fin liberado de su
gran caries.
A partir de ese
momento el dragón volvió a sentirse relajado y contento y dejó de tener las
rabietas que ocasionaba su dolor de muelas.
Los dendritos
volvieron de nuevo a estar tranquilos y sin temor a ser devastados por los
ataques de furia del dragón.
Todos dieron las
gracias a Nacho por la ayuda recibida.
-
De todas formas todavía tenemos que hacer una última
cosa- dijo Nacho.
-
Así ¿ qué es? – preguntaron a coro todos los dendritos.
-
Para que la situación no se vuelva a reproducir, tenemos
que evitar que el dragón vuelva a tener más caries. Así que aprovecharemos la
manguera y la utilizaremos para lavar la boca del dragón después de cada una de
las comidas que realice. También habrá que seguir cuidando de su alimentación-
explicó detalladamente Nacho a los dendritos que escuchaban atentamente sus explicaciones.
De esta manera haremos doble prevención, por un lado evitaremos las caries del
dragón y con ello también prevendremos que aparezcan más incendios- dijo Nacho riendo.
Así fue como Nacho
liberó a los dendritos de los ataques de furia del dragón. Los dendritos en
señal de agradecimiento le regalaron una pequeña aspiradora a Nacho, que aunque
no era capaz de volar como la aspiradora de Talín, sería una manera de
recordarle su experiencia en su planeta.
Después de esta
experiencia Nacho fue consciente de la importancia que tiene la prevención, ya
que es mejor evitar las causas del problema antes de que este aparezca al igual
que hicieron con el dragón verde , su caries y los incendios.
Y como consideraba
que se le había dado también eso de apagar fuegos y dirigir la manguera comenzó
a plantearse estudiar para bombero. Se convertiría en un gran dragón
apagafuegos aunque en esta ocasión en vez de ir vestido de verde como el dragón
del país de los dendritos el rojo sería su color.
Y colorín ,
colorado este cuento se ha acabado.
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