Erase una
vez, hace mucho tiempo, en la gran ciudad de Alemania, existía una pequeña población de seres mágicos que se
encargaban del buen funcionamiento de la rotación de la tierra, del nacimientos
de las estrellas y de que las diferentes estaciones fueran sucediéndose una de tras de otra para
mantener el equilibrio del entorno y del medio ambiente. Estos seres se
denominaban los Elvines que estaban gobernados por su reina la dama del
Invierno.
Los Elvines se encargaban de que en Alemania y el resto de países
mantuvieran sus respectivas temperaturas acorde a las estaciones de que
dispusieran según su situación en el planeta. De esta manera cuando en Alemania
comenzaba la estación de invierno procuraban que las temperaturas bajasen para
que se produjera la nieve y los que los diferentes animales pudiesen comenzar
la hibernación y alguno de ellos poder emigrar a países más calurosos. Cuando la tierra giraba
en otra dirección y aparecía la primavera, los elvines procuraban volver a
aumentar las temperaturas para que comenzara el deshielo y que las plantas
pudieran volver a crecer.
De esta
manera cada estación anunciaba unas temperaturas y una manera de vida, que cada
animal y cada ser del planeta conocían a la perfección y hacía que se
mantuviera el equilibrio del ecosistema.
Los
elvines eran de color azul y de diminuto tamaño. Los seres humanos no
eran capaces de verlos ya que eran invisibles al ojo humano. Si algún día
alguno de ellos los podían percibir sería algo insólito y muy difícil de
repetir. Su reina, la dama del Invierno, era la encargada del buen
funcionamiento de la estación del Invierno. Ella avisaba a todos los animales del bosque de su
comienzo, para que pudieran preparar sus reservas de energía, sus alimentos y
sus casitas durante estos cuatro meses de frio. Pero también era la encargada
disponer toda la alegría y el espíritu de la armonía de la Navidad en los
hogares humanos. Ella volaba con su varita mágica por todos los hogares
depositando ligeros copitos de hielo en las ventanas y en las chimeneas de
todos los hogares y con ellos hacía que el espíritu navideño se hiciera sentir
en cada una de las familias. Los elvines adoraban verla aparecer entre su manto
de color oro y plata , con su largo cabello rizado y ojos azules parecida a
como cuando en invierno se produce el
deshielo. Ellos en cuanto la veían aparecer gritaban emocionados” Licht im Winter kalt schön schreiben
Sie Ihre eigenen Glück“, que significaba que
les tocara con su varita mágica de la felicidad del invierno para otorgarles la
belleza y la pureza del espíritu de la Navidad. La dama del Invierno,
Lichtwinter, sonreía emocionada cuando entonaban la canción dedicada para ella
y con un toque de varita mágica en cada una de las orejas de los Elvines,
provocaba que comenzaran a dar saltos de alegría emocionados cuando les
recorría por el cuerpo el dulce temblor bello del frio del Invierno y con él
les invadía el espíritu navideño.
“Dulce y hermosa
como siempre
La dama de las
nieves viene
Con su toque de
varita mágica vuelve
Los corazones
alegres por la nieve.
Luz de Invierno
, luz de esperanza
Acude a nuestra
llamada
Que queremos
para este año nuevo bienes
Para disfrutar
la Navidad todos alegres.
Con tus copos mágicos
de la armonía
No hay Navidad
que se resista
A celebrarse
con la mayor alegría
Y a como
hermanos disfrutar de tu compañía.
Dulce y hermosa
como siempre
La dama de las
nieves viene
Con su toque de
varita mágica vuelve
Los corazones
alegres por la nieve.”
Todo en la
ciudad de Alemania estaba acorde con las estaciones y reinaba paz y la armonía en todos los
hogares alemanes.
Pero de repente
algo insólito comenzó a sentirse en los hogares de Alemania. Cada vez más el espíritu
de la Navidad comenzaba a desaparecer de las familias Alemanas y por muchos
toques que Lichtwinter realizaba en las ventanas de las casas, los copitos
mágicos de nieve cada vez eran más minúsculos y parecían no surtir efecto. Año
tras año los copitos perdían fuerza y las temperaturas en invierno cada vez
eran más calurosas.
Un día se produjo
una reunión de todos los seres mágicos de las estaciones. En ellas se reunieron
los elvines, la dama del invierno, el duende del verano, el hada de la
primavera y el elfo del otoño. Todos ellos estaban muy preocupados por las
subidas de las temperaturas y la desaparición prácticamente del Invierno que se
estaba produciendo tanto en Alemania como en el resto de países.
-
Si esto continua de esta manera,
pronto no tendremos invierno y Licthwinter y la Navidad desaparecerán con él-
dijo Esternin uno de los elvines más ancianos del grupo.
-
Pero ¿a qué se debe esta subida de
las temperaturas?, vosotros sois los encargados de mantener los termómetros
centrales de manera adecuada para que no se produzca ningún tipo de
calentamiento en la tierra- dijo el elfo del otoño.
-
Si , es cierto, pero algo extraño
sucede últimamente. Están imposibles de controlar, nosotros hacemos todo lo
posible para que no desestabilicen, pero alguna fuerza extraña que proviene del
exterior hace que los termómetros no nos hagan caso y sigan subiendo- dijo otro
de los elvines.
-
Tendremos que salir a averiguar qué
está pasando. ¿Tenéis alguna idea de por dónde empezar a buscar? – dijo el hada
de la primavera.
-
Creemos que los responsables puedan
ser los seres humanos. No creemos que se trate de un efecto inocuo, alguien lo
está provocando- dijo Tirón, otro de los elvines.
-
Yo cada vez estoy más debilitada, mi
varita mágica pierde poder y cada vez me siento más triste y sin amor por la pérdida
del espíritu de la Navidad- dijo Licthwinter.
-
Tendremos que salir al exterior para
averiguar qué está pasando- dijo otro de los Elvines.
-
Pero sabéis que es muy peligroso
rondar por el mundo exterior, los humanos no pueden vernos pero sus bajas
energías nos debilitan- dijo el hada de la primavera. Si se trata de algún tipo
de maquinación que ellos están realizando necesitaremos ayuda, nosotros solos
no podremos realizarlo- acabó por concretar Frühlingsblume.
Siguieron
discutiendo largo rato, pero no encontraban solución. Si se trataba de algún
tipo de acción que los humanos estaban realizando sería muy complicado
encontrar una solución, ya que ellos eran muy poderosos y su magia era muy
limitada.
Mientras tanto
el invierno volvía a caer sobre Alemania y la dama del invierno cada vez tenía
menos fuerza para poder realizar su labor. Daba toques de varita mágica en las
casas de los humanos pero su magia cada vez era más insuficiente.
Uno de los días
en que se dirigía hacia la chimenea de los hogares, resbaló por una de ellas y
cayó al vació. De repente perdió el conocimiento y cuando se despertó se hallaba
entre los cabellos de un gran Bobtail en el interior de uno de los hogares de
los humanos.
-
Silver, ven hacia aquí- dijo Oller dirigiéndose
hacia la gran masa de pelo donde ella se
encontraba situada.
-
¡OH Dios mío, no puede ser!- dijo
gritando Oller. Otra vez tienes pulgas.
Y dicho esto se
dirigió hacia Licthwinter y con un gesto rápido la atrapó entre sus dedos.
-
¡Uy!!. ¿Pero esto que es? – dijo
Oller exclamando alegremente. Pero si no es una pulga. Es un ser diminuto y muy
bello- dijo esbozando una gran sonrisa.
-
¿Quién eres?- dijo Oller.
En aquel momento
la dama del Invierno recobró el conocimiento y se dio cuenta de donde estaba
realmente. Pero en esta ocasión en vez de sentir pánico y miedo al encontrarse
delante de un ser humano sintió que le invadía una gran paz y alegría al
encontrarse con él.
-
¡Hola!- dijo tímidamente. Mi nombre
es Licthwinter, que significa luz de invierno.
-
Hola, encantado. Yo soy Oller y soy
el señor de esta casa- dijo riéndose y acariciando el pelo de la pequeña.
-
Bueno, ¿me podrías decir que ser
extraño eres?- dijo mirándola sorprendido Oller.
-
Soy un hada. Soy la dama del
Invierno. Me encargo junto con otros compañeros a que la temperatura esté de
acorde con las estaciones del año. Yo me encargo del Invierno. Ayudo a que las
temperaturas bajen y a instaurar el espíritu navideño de los hogares de
vosotros los humanos con la ayuda de mi varita mágica.-dijo sigilosamente la
pequeña hada.
-
¿¡ Ah si!!!. ¿Así que tu eres la
encargada de alegrarnos un poquito con la Navidad el duro Invierno? – dijo
sorprendido Oller.
-
Así es. Pero últimamente mi varita ya
no crea buenos copos de la armonía. Se está debilitando porque las temperaturas
no dejan de subir en Alemania y en todo nuestro planeta- dijo sollozando la
dama del Invierno.
-
Si. Últimamente cada vez hace menos
frio en invierno y cada vez los humanos nos estamos volviendo más huraños y con
poco espíritu Navideño- dijo Oller nada sorprendido.
-
¿ Y a qué debe? – preguntó curioso
Oller.
-
Pues de momento no lo sabemos. Creemos
que alguien provoca la subida de temperaturas de manera voluntaria.
Posiblemente sea un humano o grupo de vosotros los que están realizando a
marchas forzadas la desaparición del invierno y con ella la de la Navidad. Si
esto ocurriera yo desaparecería también- dijo con lágrimas en sus ojitos
Licthwinter.
-
Posiblemente sepa de que se trata.-
dijo todo convencido Oller.
-
¡¡Ah si!!! , ¿Podrías explicármelo para
intentar buscar una solución?- dijo esperanzada la dama del Invierno.
-
Pues verás, he oído rumores de que
nuestro cielo y con él nuestra atmosfera se está debilitando y que se está
produciendo un efecto de subida de temperaturas en todo el planeta - dijo Oller
a la pequeña dama. Parece ser que las temperaturas suben por que se acumulan diferentes
sustancias malignas en la atmosfera que hacen que el calor quede retenido y no
se evapore hacia capas más elevadas de nuestro cielo- dijo Oller tristemente.
Si esto continúa de esta manera, se producirá los deshielos de los polos y
comenzará a producirse alteraciones en nuestro entorno.
-
Si - dijo Licthwinter. Es por esto
que el invierno está próximo a desaparecer y con él toda la armonía de las
estaciones - concluyó Licthwinter.
-
Pues tendremos que investigar cuales son
estas sustancias que hacen desestabilizarse el ecosistema y ver cómo podemos
amortiguar sus efectos- dijo Oller.
Mientras tanto... en un lugar situado a las
afueras del bosque de Teutoburger Wald, en el interior de la
gruta del Norte, el malvado Colder continuaba con sus labores malévolas.
Colder era uno de los seres humanos más
terroríficos de todo el Planeta. Odiaba extremadamente el frio y odiaba con él
la Navidad. No quería que Alemania tuviera invierno. Odiaba ver a los alemanes
alegres y despreocupados durante las épocas Navideñas . Él prefería ver a los
humanos pelearse y luchar entre ellos.
- Odio
el frio. No puede ser que los humanos deseen el invierno tan solo porque
esperan la llegada de la Navidad- dijo agriamente Colder dirigiéndose hacia uno
de sus hotmanies.
- Odio
la Navidad y el espíritu navideño. No soporto la alegría extrema que provoca la
estúpida dama del Invierno con su toque de varita mágica- seguía gruñendo Colder.
-Pero gracias a vosotros y a mi
genial y terrorífica idea podremos lograr que desaparezca por completo el
invierno y con él la Navidad- dijo sin parar de reír Colder. Diremos adiós
alegremente a la pequeña dama del invierno que desaparecerá con él.
Colder había construido con la ayuda de los
seres del bajo inframundo , los hotmanies, una chimenea que iba desde el
subsuelo hasta las capas más elevadas del cielo a través del interior de la
montañas. Con esta chimenea pretendían poder elevar a la atmosfera todos los
productos de desecho y sustancias que en
el inframundo iban generando los hotmanies como resultado de quemar las basuras
y carbones que necesitaban para poder mantenerse calientes, ya que , los
hotmanies necesitaban el calor para poder subsistir.
Los hotmanies se encargaban de regular los
minerales en el interior del planeta. Necesitaban estar calientes para poder
realizar todos los esfuerzos que implicaba labrar las rocas y los minerales del
interior de la tierra. Antiguamente habían sido seres humanos que debido a la
cantidad de fechorías que habían realizado durante sus vidas, habían sido
relegados al inframundo y estaban destinados a ese duro trabajo como castigo
por las maldades realizadas.
Ahora, en vez de resignarse a pagar por sus
culpas y responsabilidades anteriores, tramaban junto con Colder otro plan
terrorífico para poder seguir haciendo mal al planeta.
Colder y los hotmanies compartían el mismo
objetivo: pretendían hacer desaparecer la Navidad y por supuesto el Invierno.
Colder porque odiaba sinceramente la Navidad y el frio y los Hotmanies porque
tenían la esperanza de que si en el planeta se elevaba la temperatura podrían
salir del interior del inframundo y volver a vivir en el exterior con
temperaturas idóneas para poder subsistir en él. Los hotmanies sabían que sin
el espíritu del altruismo y de la armonía que la dama del invierno distribuía
por los hogares de los seres humanos, los humanos cada vez se volverían más
egoístas, huraños y malvados, y esto también causaría que las temperaturas
continuaran aumentando cada vez más y de esta manera podrían vivir entre ellos
sin preocuparse de los cambios de temperatura que provocaban las estaciones y
los elvines.
-
Nuestro plan es perfecto- dijo uno de
los hotmanies. Cuando los humanos se den cuenta de lo que está pasando , ya
será demasiado tarde para poder reaccionar y las temperaturas se alteraran
irremediablemente.
-
Si, y todo gracias a nuestros productos de desecho que
circulan a través de la chimenea hasta la atmosfera. Con ellos la atmosfera se
cubre de Co2 que es el responsable de crear un efecto de calor por todo el
cielo, al igual que el efecto que se produce en el interior de los invernaderos
para provocar temperaturas agradables en las plantas- dijo gimiendo otro de los
hotmanies. De esta manera en poco tiempo, la tierra será un gran invernadero, terroríficamente
caluroso- dijo riendo otro de los hotmanies.
-
Estoy deseando ver deteriorarse poco
a poco la pequeña dama del Invierno y ver la desaparición de la alegría y
armonía navideña- concluyó Colder muy entretenido haciendo limpieza de la
chimenea para poder seguir enviando fuentes de CO2, clorofluorcarbonos ( CFC)y
diversos átomos de cloro, bromo y yodo al ambiente. Con nuestras sustancias
amigas productos de desecho lograremos nuestra misión en muy poco tiempo.
Con estos perversos planes los hotmanies y
Colder estaban entretenidos sin ser conscientes de que los pequeños seres
mágicos de las estaciones junto con Oller estaban próximos a darse cuenta de lo
que realmente estaba ocurriendo en
Alemania y poner fin de una vez por todas a todas sus fechorías.
Litctwinter partió en la búsqueda de sus
compañeros y de los Elvines para explicarles lo que había podido averiguar
sobre la elevación de las temperaturas.
Una vez que llegó hasta su pequeño mundo
mágico se volvieron a reunir todos los seres y Licthwinter les explicó todo lo
que Oller le había comentado sobre aquellas extrañas sustancias que elevaban la
temperatura del Planeta.
-
Creemos que las sustancias provienen
de un lugar situado al Norte de Alemania llamado Teutoburger
Wald. Parece ser que los águilas del
Norte han venido a contarle a alguno de nuestros compañeros elvines que se
perciben desde lo alto de las cimas de las montañas sustancias oscuras y
malolientes que antes no circulaban por esa zona. Quizás sean estas sustancias
las responsables del aumento de las temperaturas- dijo el duende del otoño.
-
Propongo hacer una expedición para
poder explorar el terreno- dijo uno de los elvines.
Dicho esto partieron en la búsqueda de
Teutoburger Wald y en él descubrieron la extraña chimenea que se extendía desde
el interior de un agujero labrado en el suelo de la gruta del Norte hasta la
cima de las montañas. Una vez que descubrieron la chimenea les fue fácil llegar
hasta la gruta donde Colder realizaba sus malévolos planes.
-
Mirad allí- dijo Osly , el duende del
Otoño.
-
Parece que las sustancias provienen
del Interior de la chimenea- dijo el hada de la primavera.
-
Es enorme. Parece que se introduce
hasta el interior de la tierra. Alguien debería colarse a través de ella y ver realmente lo
que está pasando- dijo esperanzado uno de los elvines.
Así que de esta manera, el duende del otoño
se dispuso a bajar a través de la chimenea y descubrir el extraño secreto.
Sigilosamente descendió por el interior
hasta que llegó a la guarida de los hotmanies, en el interior de la Tierra.
Allí descubrió que los productos que los hotmanies quemaban continuamente eran
los responsables de provocar los gases y los diferentes productos que se
elevaban a través de la chimenea y que llegaban hasta lo alto de las montañas.
-
¿Que productos serán los que queman estos
extraños seres? – se preguntó hacia sí mismo Osly.
Y con estos
pensamientos partió en la búsqueda del resto de compañeros para informarles de
lo que había descubierto. Juntos partieron de nuevo al poblado en la búsqueda
de Licthwinter para comentarle las nuevas novedades.
Una vez que
estuvieron reunidos Licthwinter propuso recurrir a la ayuda del
Joven Oller para poder descubrir de que materiales se trataba y como podían
conseguir que los extraños seres dejaran de quemarlos y distribuirlos por toda la
atmosfera.
-
Seguramente deben ser productos que
cuando se queman originan sustancias nocivas para nuestro Planeta. Seguro que
provocan gases como el cloro, bromo o yodo que cuando se acumulan provocan un
aumento de CO2 y el aumento de la temperatura en la Tierra.- dijo Oller.
-
Si eso es cierto, tendremos que
evitar que los productos lleguen a nuestra atmosfera y siga causando daño a
nuestro planeta, nuestras especies y nuestro querido Invierno.¿ Pero cómo
podremos realizarlo? No veo la solución al problema-dijo Licthwinter.
-
Podríamos sustituir los materiales
que esos extraños seres están quemando por otros cuya combustión no provoque
esos gases nocivos. Si los sustituimos sin que se den cuenta podremos provocar
que las temperaturas vuelvan a bajar.- dijo Oller
-
Parece que estos extraños seres
adoran el calor, sin él, no podrían sobrevivir. Por lo que Osly me comentó,
quieren elevar la temperatura del Planeta por que odian el frio, la Navidad y
porque quieren vivir en el exterior de la Tierra.- dijo tristemente
Licthwinter.
-
Además, también descubrieron que el
humano que dirige todo este malévolo plan odia también el Invierno y quiere
deshacerse de la Navidad y de mí también- continuó narrando Licthwinter.
-
Bueno, no te preocupes linda. Juntos
hallaremos la situación- dijo esperanzado Oller.
Así que todos
juntos fueron meditando y labrando un plan estratégico para poder hacer frente
a la situación. Oller pensaba que si lograban sustituir los materiales que los
hotmanies utilizaban por otros menos nocivos conseguirían que el Invierno
volviera a aparecer. Con él , la varita mágica de Licthwinter recobraría la
energía perdida y podría bajar al inframundo y suministrarles unos golpecitos
de varita a los hotmanies. Oller creía que quizás el frio de la varita mágica de
Licthwinter causaría la desaparición de los extraños seres. Cuando Colder se
diera cuenta de que el Invierno había vuelto a llegar, seguramente bajaría al
subsuelo para ver lo que estaba ocurriendo. En ese momento ellos deberían
aprovechar para dejarlo encerrado allí y que no pudiera salir al exterior nunca
más. Allí continuaría la labor de los hotmanies, labrar y labrar piedra por
siempre jamás como resultado de las maldades que había realizado durante su
vida. Tenían que actuar rápido y organizadamente para conseguir cerrar la
chimenea y que Colder nunca más pudiera salir del inframundo.
La primera parte
del plan seria sustituir los materiales sin que los hotmanies se dieran cuenta.
Para ello solicitaron la ayuda de los amigos Topos que fueron dirigidos por el
duende del Otoño. Se encargaron sigilosamente de cambiar los materiales que los
hotmanies quemaban sin descanso. De esta manera, los gases nocivos pronto
dejaron de producirse. El Invierno pronto hizo su aparición.
Licthwinter
comenzó a sentirse renovada y su varita comenzó a volver a producir sus copos
de nieves mágicos. La primera parte del plan había surtido efecto.
En seguida
dispusieron todo para continuar con la segunda parte. Oller y Licthwinter
debían descender por la chimenea y llegar junto con los hotmanies. Allí
Licthwinter les daría su merecido a golpe de varita de frio.
Cuando
estuvieron en el interior de la Tierra, a Licthwinter le fue muy fácil poder
acercarse a ellos sin ser vista y de repente los hotmanies al sentir el frio de
su varita se quedaron petrificados y se convirtieron en rocas y piedras inertes
para el resto de sus días.
Ahora solo
tenían que esperar a que Colder bajara a las profundidades.
Colder no tardó
en aparecer gritando y exclamando fuertemente:
-
¿Pero se puede saber que estáis
haciendo? El invierno ha vuelto a aparecer.- gritó sorprendido al ver que los
hotmanies habían desaparecido.
Y sin apenas
darse cuenta Colder sintió un gran estruendo en el interior de la chimenea y
desde allí visualizó a Oller y a Licthwinter subiendo a través de ella.
-
Lo sentimos mucho, querido COlder. Tu
nueva vida en el inframundo comienza aquí. Aquí siempre tendrás calor
realizando la faena que anteriormente realizaban tus compañeros hotmanies.
Labrar la piedra por el resto de tus días- dijo Oller desde lo alto cerrando la
salida hacia el exterior.
-
¿Pero que es esto? ¿Pero no puede
ser? – gritaba desesperado Colder.
Pero ya era
demasiado tarde. Colder permanecería por siempre en el inframundo.
De esta manera
los pequeños seres mágicos de las estaciones volvían a respirar paz y
tranquilidad ahora que las temperaturas volvían a la normalidad.
Licthwinter
volvió a recobrar su resplandor anterior y con sus toques de varita acercaba a
los seres humanos la alegría, la belleza y armonía del espíritu del Invierno y
de la Navidad.
Oller se dio
cuenta de la importancia de mantener los cielos limpios de gases nocivos
productos de la combustión y gracias a esta experiencia se formó como un gran
geólogo, ecologista y defensor del entorno. Supervisaba que todas las fábricas
y empresas utilizaran materiales y productos cuya combustión no lanzase gases
nocivos a la atmosfera.
Colder se
resignó a vivir en el subsuelo mirando la parte positiva de las cosas, al menos
allí dentro no tenía frio y había conseguido el calor que tanto había ansiado.
Y gracias a esta
experiencia hoy en día se mantiene la tradición del descenso de Papanoel a
través de las chimeneas de los hogares anunciando la llegada de la Navidad que
recuerda que gracias al descenso de Oller y Licthwinter a través de la chimenea
de gases de los hotmanies se logró mantener en el planeta el invierno y con el
espíritu Navideño.
Y colorin,
colorado , este cuento se ha acabado.
Francés
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