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Lara y el muñeco de nieve Pipo





Lara y el muñeco de Nieve:
Cancion Pipo






Lara tiene nueve años y vive en un pueblecito de Andorra. Como cada año en invierno Lara realiza un bonito muñeco de nieve en el parque que se encuentra a varios metros de su casa.



Muy contenta recoge los diferentes objetos que le servirán para realizar la construcción de su muñeco de nieve.


-          Mamá- gritaba Lara. ¿ Has visto la bufanda de colores y los guantes grises que cada año utilizo para el muñeco de nieve?- preguntó Lara a su madre muy entusiasmada.


-          Mira en el armario del trastero. Seguramente que estarán en un bolsita gris junto con adornos de Navidad.

Lara se dirigió apresuradamente en dirección del trastero. Enseguida que vio la bolsita gris comenzó a buscar en su interior los guantes y la bufanda del muñeco de nieve.

-          ¡Por fin!..ya los he visto- gritaba alegremente Lara . Y este año lo vestiré también con un hermoso gorro de color rojo y engancharé unos lindos botones en su barriguita.

Una vez que desayunó el chocolate caliente que su mamá le había preparado, se colocó su abrigo y salió disparada en dirección al parque.

Cuando llego allí pudo comprobar que había mucha nieve blanca y fresca esperando a ser recogida para poder dar forma al lindo muñeco.


-          ¡ Qué bien!! – pensaba Lara



-          ¡¡Este año tendrás un bonito cuerpo!! – dijo Lara muy emocionada.



Y dicho esto se puso manos a la obra. Comenzó buscando la nieve que se encontraba más dura para ponerla como base del muñeco de nieve. Seleccionó cuidadosamente la nieve buscando la más limpia y blanca.


Todos los niños de los alrededores se quedaban asombrados viendo a Lara correr de un lado a otro con cubitos llenos de linda nieve.

Lara enseguida diseñó el cuerpo del muñeco de Nieve y muy cuidadosamente le colocó los adornos que había traído de su casa: el gorrito, la bufanda y los bonitos guantes.


-          ¡¡Ya estás listo!!- dijo dulcemente Lara. Este año estás más guapo que nunca- dijo muy emocionada Lara. He pensado que para este año te bautizaré con un bonito nombre….te llamaré Pipo- dijo muy contenta Lara.


Pipo estuvo preparado en un periquete- Todos los niños jugaban con él saltando, corriendo y cantando alrededor del muñeco Pipo.

“ Pipo pipo, lindo muñequito, con tu gorro y tu bufanda el frio espantas, déjanos jugar contigo un ratito que con el deshielo desaparecerás en un momentito”.


Lara reía toda emocionada y contenta con sus amigos en el parque, haciéndose bonitas fotos y realizando geniales canciones para su lindo muñequito.


-          ¡ Qué pena!! – dijo para si misma Lara. No quiero que este año Pipo desaparezca cuando comience el deshielo. Me gustaría poder disfrutar de él en todas y cada una de las estaciones- dijo Lara. Es muy triste que tenga que esperar que aparezca el invierno para poder jugar con él. Si fuera posible que mi lindo muñeco cobrara vida…- dijo Lara muy tristemente.

Y cada día iba al encuentro de su muñeco de nieve con el que pasaba horas leyéndole cuentos y narrándole historias que se inventaba.

-          Ahora te contaré una de piratas- decía Lara a su lindo muñequito de nieve.

-          Pero Lara, ¡vuelve a casa de una vez!-decía una y otra vez la mamá de Lara viendo que su hija se pasaba horas y horas junto al muñequito de nieve.

-          NO te preocupes mamá. No tengo frío. Con Pipo se me pasan todas las penas y no hay frio que valga- decía Lara muy contenta.

Al día siguiente, una gran tormenta de hielo y de nieve se abalanzó sobre el pueblo Andorrano. Lara se quedó todo el día preocupada pensando en cómo se encontraría su lindo muñequito.

-          No puedo estar esperando todo el día en casa  a que pase la tormenta. Necesito ir a ver cómo está el pobre Pipo. Si la tormenta sigue como hasta ahora no quedará nada de él. Tengo que ir a protegerlo del viento y de la tormenta- pensaba para sí Lara.

Lara salió de casa en plena tormenta en busca del muñeco de nieve con un chubasquero y un gran paraguas para intentar proteger de alguna forma a su lindo muñeco.


Cada vez se le hacía más difícil poder llegar al parque, ya que la tormenta era mucho más fuerte de lo que ella se pensaba.

-          ¡¡Oh Dios Mio!! Por favor deja que pueda llegar hasta mi muñeco de nieve. Necesito protegerlo del frío.

Pero de repente Lara sin apenas darse cuenta resbaló debido a la fuerte tormenta y fue a parar al fondo de un pequeño precipicio. Cuando aterrizó en él debido al golpe que se dio se quedó inconsciente durante unas horas. Cuando despertó se dio cuenta de que se había caído y volvió a pensar en su lindo muñeco.


-          Por favor, necesito salir de aquí. Quiero ir a ver como se encuentra Pipo. ¿ hay alguien ahí? Necesito salir de aquí- dijo la pequeña Lara.

De repente una estrella fugaz apareció en plena tormenta y muy ligeramente se acercó al abismo donde Lara se encontraba.


-          Pero preciosa niña ¿Cómo has salido de casa con esta tormenta de hielo y nieve . Te has dado cuenta que podrías haberte hecho mucho daño o morir congelada al caer por este precipicio. Tus padres y tus amigos te están buscando desesperadamente- dijo la estrella fugaz.


-          Lo siento mucho- dijo Lara. Pero es que tenía que ver a mi bonito muñeco de nieve. No sé que le puede estar ocurriendo con esta tormenta- dijo tristemente Lara.


-          ¿ Te importa tanto tu muñeco de nieve que podrías haber dado tu vida por él?- dijo la estrella fugaz.


-          Para mí lo más importante es cuidar y proteger a mi querido Pipo. ¿ sabes?. Todos los inviernos lo construyo con bonita nieve y le coloco su lindo gorrito y sus guantes. Juego con él como si de verdad fuera el hermanito que yo nunca he tenido. Además lo quiero tanto porque yo lo he construido con todo el amor de mi corazón- dijo Lara a la estrella fugaz.


-          Lo sé preciosa niña. Por eso he venido en tu busca. Se que hace algún tiempo deseaste que Pipo tuviera vida para poder jugar con él. Pero sabes que eso no es posible, Pipo está fabricado con nieve y carece de los elementos indispensables para que tenga vida: un corazón, un alma y una consciencia. Pero viendo lo mucho que lo quieres y todos los sacrificios que has hecho por él me han enviado desde el cielo para que te conceda el deseo si logras conseguirle los tres elementos a tu querido Pipo.


-          ¡Ah si!!! En serio. Haré todo lo posible para que Pipo pueda permanecer conmigo durante todas las estaciones del año y poder jugar con él siempre.


-          Pues es necesario que busques el hermoso corazón de cuarzo rosa que se encuentra  en la gruta de los minerales preciosos, que consigas capturar el aroma de la rosa blanca que se encuentra en el jardín de las plantas para dotarlo de alma y que consigas que una bonita luciérnaga te dé parte de su luz para poder iluminar con ella la conciencia del muñeco.


-          De esta manera con los tres elementos tu muñeco Pipo será dotado de una bonita alma para que puedas jugar con él todos los días y no temas que desaparezca tras la estación de invierno.


Y dicho esto la estrella fugaz trasladó a Lara hasta la parte superior de la colina, hizo que la tormenta desapareciese en un momento y le proporcionó un bonito trineo guiado por dos perros Haskys que ayudarían a Lara a poder encontrar los objetos para Pipo.


-          ¡Mira Lara ¡ Ellos son, Terry y Sita. Ellos te guiarán en todo el camino para que no te encuentres solita- dijo la estrella.


-          Si necesitas ayuda ya sabes a quien pedírsela- dijo muy convencida la estrella.



Y enseguida la bonita estrella fugaz partió hacia el cielo dejando a Lara en compañía de sus lindos Haskys y de su trineo.


-          ¡Vámonos en seguida!!. Primero buscaremos en la gruta de los minerales el cuarzo rosa que servirá de corazón para Pipo.


Los perros guiaron a Lara todo el camino hasta llegar a la entrada de una gran gruta.


Una vez que hubieron llegado, los Haskys dejaron que Lara descendiera del trineo y la esperaron en la entrada de la gruta.


-          ¡Muchas gracias chicos!- dijo Lara. Voy a entrar en la gruta para ver si encuentro el cuarzo rosa que la estrella fugaz me comentó.


Y dicho esto Lara se dirigió a la entrada de la gruta. Muy cuidadosamente se deslizó entre unas grandes rocas y llegó hasta el final de la cueva. En ella de repente se le apareció un pequeño enanito gruñendo:




-          Está prohibido el paso en esta gruta- dijo el enano-. No puedes pasar ,así que te pido que te marches por dónde has entrado.


-          Lo siento pequeño enanito, pero no puedo marcharme. He venido en busca de un cuarzo rosa para usar de corazón para mi lindo muñeco de nieve- dijo Lara muy convencida.


-          No está permitido llevarse ningún mineral de esta gruta. Yo los cuido y vigilo que nadie pueda llevárselos y hacer un mal uso de ellos- dijo el pequeño enano gruñendo.


-          Pero ¿porque me hablas de esa manera? – dijo Lara . Yo no te hecho nada para que me digas eso.

-          Es que soy un enano gruñón. Y no permitiré que nadie se lleve ninguna piedra preciosa de esta cueva.

-          Pero es que lo necesito para mi muñeco de nieve, sin él , no podré otorgarle vida. Necesito tres objetos que la estrella fugaz me pidió que hallara para poder hacer que Pipo tenga alma y uno de ellos es el cuarzo rosa que se encuentra en esta cueva- dijo sollozando Lara.


En aquel momento el enanito sintió lástima por Lara y con un largo suspiro dijo.


-          Bueno no llores pequeña niña. Creo que tus intenciones son buenas- dijo el enanito. Dejaré que te lleves uno de mis cuarzos rosas si eres capaz de hacerme reír. Ya te he dicho que soy un enano bastante gruñón y echo de menos sonreír. Si eres capaz de lograr que mi malhumor desaparezca, permitiré que te lleves uno de mis cuarzos.


Lara se quedó pensando durante largo rato alguna historia que contarle al enanito para hacerle sonreír y como estaba muy acostumbrada a contarle cuentos y cantarles canciones a Pipo , no le fue nada difícil encontrar alguna con la que divertir al enanito.


-          Enano , enanito gruñón, busca algún sentido a esta canción, que cuando encuentres alguna rima que alegre tu corazón, al oírla cantar desaparecerá tu malhumor.


-          ¡¡Ohh! Pero que linda canción. ¿Me podrías hacer otra? – dijo el pequeño enanito a Lara.


-          Cuando estés tristes y de pena esté lleno tu corazón, pídele a un ángel que te regale una flor y que aparezcan preciosas mariposas que te alegrarán con su dulce canción.


-          ¡¡Oh!! Son muy bonitas tus canciones. Me gustan mucho. Creo que dejaré que te lleves uno de los cuarzos Rosas, pero me tienes que prometer que cuando cumpla su función me lo traerás de vuelta para seguir cuidando de él- dijo el pequeño enanito.

El enanito se dirigió hacia la zona donde se hallaban las rocas de cuarzo rosa y muy cuidadosamente seleccionó una de ellas para entregársela a Lara.


Lara , muy contenta con el cuarzo en la mano, se dirigió hacia la salida de la gruta despidiéndose del enanito que permanecía todavía con una sonrisa en cara gracias a las canciones que Lara le había cantado.


-          ¡Mirad Terry y Sita!!. He conseguido el cuarzo Rosa. El enanito gruñón me  ha dejado llevarme uno de su gruta- dijo muy contenta Lara.


Ahora tenemos que marchar en busca del segundo elemento, el aroma de la Rosa.


Enseguida Lara junto con los dos haskys marchó hacia el jardín de las plantas que se encontraba en el valle perdido. Una vez que llegaron allí, Lara descendió del trineo y fue en busca del aroma de la flor. Estaba dispuesta a recoger el aroma de la rosa e introducirlo en el pequeño frasquito que la estrella fugaz le había dejado.


Muy despacito llegó hasta la zona central del jardín de las plantas y una vez allí buscó la zona de la Rosa Blanca.


-   Debería estar por aquí cerca- dijo Lara.


Y cuando hubo caminado unos cuantos metros más , halló un cartel en el que se indicaba que la Rosa Blanca silvestre estaba dormida y que no se permitía la entrada de ningún extraño para no alterar su descanso.

Lara esperó un rato hasta que la Rosa despertó.


-          Hola Buenos días ¿a qué debo el honor de tu visita?- dijo en un tono altanero la Rosa.

-          Pues verás, quería pedirte que me dejaras poder llevarme en este pequeño frasquito un poco de tu aroma- dijo Lara a la Rosa silvestre.


-          Ni hablar niña. ¿ Pero que te has pensado tú? . Mi aroma es único, irrepetible y no permitiré que alguien pueda copiarlo. Yo soy la única Rosa silvestre de este jardín y mi aroma debe ser y continuar siendo único- dijo con prepotencia la rosa.


-          Pero es que lo necesito para poder dotar de alma a mi muñeco Pipo- dijo Lara.


-          No te lo daré. Así que te puedes marchar por dónde has venido- dijo la rosa.


Y viendo que sería imposible convencer a la Rosa Silvestre ya que era demasiado altanera y orgullosa, Lara se fue cabizbaja en dirección de la salida.

Pero antes de que pudiera salir del jardín vio que a lo lejos se acercaba un grupo de muchachos, y que iban provocando destrozos en el bonito jardín.

-          Mira Pablo. – dijo uno de los muchachos riéndose. Acabo de deshojar a esta bonita margarita.

-          Pues mira este cactus, lo acabo  de dejar sin pinchos- dijo Damián a carcajada limpia.

Y los chicos iban destrozando el jardín a cada paso que daban. De repente uno de ellos vio el cartel que indicaba dónde se encontraba la rosa Silvestre y se dirigieron en seguida para allí.

-          ¡Uy.! Creo que la rosa se encuentra en peligro. Los chicos se dirigen hacia allí con no muy buenas intenciones- dijo para sí misma Lara. Creo que necesitaré la ayuda de Terry y Sita.

Y enseguida marchó en busca de los dos perritos por si era necesario enfrentarse a los chicos.


-          Mira Pablo, pero si tenemos una preciosa Rosa silvestre en este jardín- dijo Damián. Vamos a deshojarla también- dijo Pablo.

Y juntos los dos se dispusieron a arrancarle las hojitas a la pequeña Rosa.


-          ¡¡Oh no!!! – gritó alarmada la Rosa. Deteneos. No podéis hacer eso conmigo. ¿Pero no sabéis quien soy? Soy la única e irrepetible Rosa silvestre que se encuentra en este jardín. Soy una especie protegida – gritaba una y otra vez la hermosa Rosa.


-         Mírala. Y encima orgullosa. Vamos a por ella- gritaba Damián.


Pero de repente Lara, junto con sus dos Haskys hicieron su aparición en la sala de la Rosa Silvestre.

-          Deteneos ahora mismo- dijo Sita. Si no queréis recibir un buen mordisco en cada uno de vuestros traseros.

-          ¡Mirad que tenemos una buena mandíbula!-dijo todo entusiasmado Terry.

-          Haced lo que los haskys os han dicho y dejad en paz a la pobre rosa- dijo muy convencida Lara.

 En seguida los chicos viendo que sus lindos traseros corrían peligro decidieron marcharse por las buenas y evitar hacer enfadar a los Haskys.




En cuanto los chicos desaparecieron la Rosa silvestre suspiró tranquila y dirigiéndose a Lara y a los haskys les pidió perdón por lo mal que se había comportado con ellos y humildemente dejó que Lara recogiera en su frasquito parte de su perfume.


-          Muchas gracias Rosa Blanca. Te lo agradezco de todo corazón. Ahora me puedo marchar tranquila en busca del último elemento para lograr que Pipo consiga recobrar vida- dijo Lara muy emocionada.

En seguida los tres amigos fueron en busca del tercer elemento, la luz de la luciérnaga que se encontraba en el bosque oscuro.


En seguida los haskys transportaron a Lara al bosque oscuro. Lara descendió del trineo y se dirigió a buscar una luciérnaga que le cediera parte de su luz.


Apoyada en una planta rosácea se encontraba una pequeña luciérnaga  recogiendo algo de polen con el que alimentarse.


-          Hola preciosa luciérnaga- dijo Lara muy contenta. He venido a pedirte que me cedas parte de tu luz para poder darle a mi muñeco de nieve la consciencia necesaria para dotarlo de vida- dijo la dulce niña.


-          Pero si te cedo parte de mi luz moriré en pocos días- dijo tristemente la luciérnaga. Nosotras necesitamos nuestra luz para guiarnos en el camino y sin ella chocaríamos sin cesar en las paredes de las cuevas y nos perderíamos en este bosque oscuro.

-          Pues no lo había pensado- dijo Lara. La estrella fugaz me dijo que si no era capaz de conseguir los tres elementos mi muñeco de nieve no lograría adquirir vida- dijo tristemente Lara. Pero no quiero que un bien para mí suponga hacerle daño a otro ser. No puedo irme a casa con tu luz sabiendo que tú la necesitas para poder subsistir. Me iré a casa triste por no poder haber conseguido los tres elementos para mi muñeco pero contenta porque sé que tu seguirás bien con tu luz- dijo Lara.


Y dicho esto se marchó apenada por no haber conseguido su propósito pero de repente la pequeña luciérnaga le pidió que se detuviera un momento.


-          Espera preciosa niña- dijo la luciérnaga. Como has demostrado tener un buen corazón y valorar más el bienestar ajeno que tus propios intereses  te tengo que confesar que realmente te he mentido. Para poder obtener mi luz basta con que deje caer estos polvitos mágicos luminosos sobre algún recipiente donde se puedan guardar y pasados unos minutos los polvitos se transformarán en luz- dijo la luciérnaga.


En seguida Lara recogió del suelo una pequeña nuez y la luciérnaga vertió los polvitos dentro de ella de tal manera que Lara pudo marcharse contenta con parte de la luz que la bonita luciérnaga le cedió.


Lara caminó hacia la salida del bosque oscuro llevando consigo la nuez que a los pocos minutos iluminó todo el camino de regreso.


-          Sita , Terry. ¡Partamos en busca de mi Pipo! . Ya tenemos los tres elementos- dijo Lara toda emocionada.


Y dicho esto partieron juntos en dirección de la casa de Lara. El camino se le hizo muy largo ya que Lara estaba ansiosa por llegar y poder ver su deseo cumplido.


Cuando llegó a la zona del parque a buscar a Pipo de repente se dio cuenta que Pipo ya no estaba. Una subida de temperatura había causado el deshielo del pobre muñeco de nieve  y solo había quedado algún resto de nieve acumulada junto con su bufanda y sus preciosos guantes.


-          No puede ser. Hemos llegado demasiado tarde. Pipo ha desaparecido y ahora ya no tenemos suficiente nieve como para poder reconstruirlo- dijo Lara llorando amargamente. Tengo los tres elementos pero ya no hay nieve con la que volver a fabricar a Pipo.


Terry y Sita intentaban consolar como podían a Lara que lloraba desesperadamente al lado del montículo de nieve que había quedado del pobre Pipo. Muy triste decidió enterrar junto con la poca nieve que quedaba de Pipo al cuarzo rosa, al  frasquito del aroma de la rosa silvestre y a la nuez con los polvitos mágicos luminosos que le había dado la luciérnaga.


Y muy dulcemente comenzó a entonar una linda canción a su muñeco Pipo.


“ Mi dulce muñeco Pipo, siempre estarás en mi pequeño corazoncito, tu alma, tu corazón y tu conciencia  esperarán que de nuevo la nieve aparezca y  con mi alegría y con mis canciones desearé con todas mis fuerzas que de nuevo vuelvas”


Lara realizó un pequeño agujerito en la tierra donde depositó lentamente los tres elementos que había conseguido gracias a su alegría, su humildad y a su bondad demostrada con los seres con los que se encontró en su camino. Una de sus lagrimitas cayó de repente en el agujero y de repente la luz de la estrella fugaz volvió a iluminar el parque donde se encontraba la preciosa Lara y como por arte de magia  el pequeño montículo de nieve comenzó a elevarse  y comenzó a crearse de nuevo el cuerpo de Pipo.


-          Pipo ¿ eres tú? – dijo muy emocionada Lara. ¡¡Has vuelto, has vuelto!!!- gritaba una y otra vez. Ahora podremos estar juntos de nuevo. Nunca me separaré de ti. Ya no temeremos que ni el calor ni las tempestades te hagan desaparecer. Te quiero mucho Pipo.


Y dicho esto Pipo, Lara, Terry y Sita se fundieron en un largo abrazo y todos juntos se marcharon muy contentos a celebrar la Navidad y el  regreso de Pipo.

Y es por esto que en muchos lugares existe la tradición de pedir un deseo  cuando  en el  cielo aparece una estrella fugaz recordando que fue la magia de un estrella la que permitió que  Lara lograra dotar de vida a su lindo muñeco Pipo. Y es por esta razón también que muchos árboles de Navidad se adornan con una bonita estrella  indicando que si persigues tu sueño con humildad , constancia y bondad cualquier deseo se puede hacer realidad. 





Y colorin, colorado ….este cuento se ha acabado.





Monica Zambrano.

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