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Fredor el vikingo





Cancion Fredor









Esta historia comienza en tiempos muy lejanos , en una pequeña isla perdida en los mares del cantábrico cuando aún existían numerosos tipos de especies de animales salvajes que recorrían todos los bosques y las selvas de diferentes lugares. Todos los lugares eran gobernados y controlados por los famosos vikingos.




Los vikingos  eran unos seres muy especiales y temidos por todos los mares y océanos ya que debido a su gran bravura eran capaces de salir victoriosos de cualquier batalla.

En especial nos centraremos en Fredor. Fredor era considerado como uno de los vikingos más atrevidos y audaces por su capacidad de cazar a las más variadas especies de animales para su colección de trofeos y para utilizar su pelaje para la creación de vestidos y diferente tipos de armas para la lucha. Era muy conocido por toda la isla y muy temido por los osos, los rinocerontes y las panteras. Cuando lo veían aparecer todos los osos y rinocerontes corrían lo más rápido que podían para evitar ser producto de sus ataques y acabar como trofeo en una de las paredes de su guarida. Los rinocerontes temblaban cuando lo veían aparecer ya que temían que con su gran lanza les diera alcance y utilizara sus pobres cuernecitos como ornamento para su gorro vikingo.

De esta manera Fredor acumulaba un gran prestigio y una gran fama gracias al poder que le otorgaban sus batallas vencidas con cualquier animal que se le pusiese por delante o con cualquier otro tipo de adversario que pusiera en duda su reputación.

Y muy lejos de allí, en otra época y momento en el tiempo, Fredor se divertía con sus amigos en el parque de Santillana de Mar.

Fredor tiene nueve años, y hoy se ha levantado muy temprano ya que tienen preparada otra  competición de pelea de gallos en las afueras de pequeño poblado. Muy sigilosamente se dirige a la cocina donde su mamá le tiene preparado un buen desayuno.

-          Fredor, ¿cómo es que hoy te has levantado tan pronto? ¿No iréis a preparar otra pelea de gallos ni de cualquier otro tipo de animal hoy ¿ Verdad? Ya sabes que están terminantemente prohibidas. El año pasado el alcalde detuvo a un par de chicos por esos motivos y estuvieron presos durante dos días- dijo abrumada la mamá de Fredor.

-          Tranquila mamá- dijo Fredor. Hoy toca básquet- dijo muy convencido Fredor. Y dicho esto partió sin más demora por la puerta de su casa con la mochila en mano y muy decidido a seguir con los planes que él y sus amigos habían pensando.

Una vez llegó al camino viejo donde había quedado con sus amigos, se detuvo un momento a comprobar que llevaba todos los utensilios para poder organizar adecuadamente la pelea de gallos.

-          Hola Fredor- dijo Richi dirigiéndose a su amigo Fredor. ¿Has traído las cuerdas, las mordazas y demás utensilios para la lucha?

-          Pues claro- dijo Fredor. Todo preparado, ahora solo falta que Alejandro traiga los gallitos. Espero que esta vez se comporte y sean unos buenos ejemplares de gallos- dijo Richi con una gran sonrisa en su cara.

-          ¡¡Eh voilá!!! Hablando del rey de Roma……- dijo Richi viendo aparecer con varios sacos a Alejandro.

-          Cuidado chicos. Casi me pescan. Por el pueblo los policías están haciendo su ronda y casi me descubren los sacos y con ellos a los gallos. Menos mal que he podido salir airoso de la situación y me he escabullido como he podido entre los matorrales por el exterior del camino- dijo Richi mirando atentamente a sus amigos.

-          Vamos. No perdamos más tiempo. Vayamos a la zona del campo de batalla- dijo Alejandro muy alegremente.

Y dicho esto los chicos se dirigieron al centro del campo con todos los utensilios en mano y con los gallos que no paraban de moverse en el interior del saco intentando salir de él.

-          Callad ahora mismo gallitos- dijo en tono brusco Alejandro. Pero que pretendéis hacer. No podeos salir de este saco. Haréis lo que nosotros queramos que por eso os hemos comprado- dijo en un tono cruel Alejandro.

Y dicho esto sacó a los cuatro gallos del saco y los dispusieron para que se atacasen entre ellos.

La batalla de gallos dio comienzo y los chicos comenzaron a recaptar a más jóvenes que comenzaron a apostar cual de los gallos sería el ganador de las diferentes luchas.

Los pobres gallos se enfrentaban entre ellos , tristes y desanimados sin más remedio que hacer lo que los chicos les decían y pegarse entre ellos.

Cuando las diferentes competiciones acabaron, los gallos acabaron tan lesionados que muchos de ellos murieron al cabo de un tiempo como resultado de sus heridas.

-            Bueno Richi, ha estado genial- dijo Alejandro. Tendremos que repetirla otro día.

-          Estoy de acuerdo , pero yo me marcho a casa que es tarde y mi padre puede sospechar que algo está ocurriendo si me retraso más de la cuenta.- dijo Richi.

-          Yo me marcho contigo- dijo Alejandro.

-          Está bien, está bien chicos….yo me quedaré a recoger todos las posibles pruebas que pudiesen quedar como resultado de la batalla para no levantar sospechas si al policía merodease por aquí- dijo Fredor.

Y dicho esto los chicos se marcharon dejando solo a Fredor recogiendo todos los objetos que habían quedado por el suelo, las cuerdas, los boletos y algún que otro papel.

Mientras estaba recogiendo las cuerdas de repente comenzó a oír unos ruidos que provenían del interior del bosque y de repente se apareció ante él una extraña figura que le deslumbró durante unos segundos debido a la inmensa luz que desprendía.

-          ¿Pero qué pasa aquí?- dijo Fredor cuando hubo despertado de su asombro. ¿ qué es esta extraña luz?.

-          Hola Fredor. Soy Proteasa. Soy el hada que  da protección a los espíritus de los animales. He venido porque he recibido el aviso del alma de un pequeño gallo que ha estado a punto de perder la vida debido a vuestros juegos malvados. Me han llegado noticias de que estáis provocando mucho daño a muchos de los animales que están bajo mi protección, ya que organizáis batallas y apuestas poniendo en riesgo sus bonitas vidas- dijo muy enfadada el hada protectora.

-          Es por esta razón que me he visto obligada a venir a buscarte para  que pongas remedio a esta situación y evitar que sigas maltratando a más animales- dijo el hada.

-          Pero hada ¿los animales no tienen alma? – dijo Fredor. Ellos no son personas como nosotros, no piensan y no sienten. No hago nada malo jugando y realizando las batallas con ellos. Nosotros nos divertimos haciéndolo- dijo Fredor que insistía en intentar convencer al hada de su inocencia.

-          Lo siento Fredor, pero tendrás que sanar tus culpas y tu maldad- dijo el hada. No es posible que te creas superior a cualquier animal o cualquier otro ser y pongas en peligro con ello sus vidas. Tendrás que darte cuenta del daño que puedes llegar hacer con tus juegos y luchas viviéndolo en tu propia piel.

-          Bueno quizás no era consciente del sufrimiento de los animales- dijo Fredor. Estaba demasiado entusiasmado pensando quien sería el ganador de las batallas que no me paré a pensar que eran también seres vivos como nosotros y que podían estar pasándolo realmente mal.- dijo Fredor. Pero cambiaré. A partir de ahora ya no organizaré más luchas con ellos.

-          Lo siento Fredor pero mucho me temo que aunque rectificaras ahora el mal que has hecho sería imposible lograr subsanar  tus errores en este momento del tiempo. He estado observando la evolución de tu alma en  tus diferentes vidas y en todas ellas no has demostrado tener el más mínimo respeto por los animales ni por los seres de la naturaleza. Han sido muy grandes tus errores.

-          De todas formas creo que ahora has sido realmente sincero conmigo cuando has expresado tu deseo de cambiar y creo que puedo darte una oportunidad para rectificar tu conducta.

Y dicho esto el hada Proteasa sacó de su bolsillo una pequeña bola de cristal que al pronunciar unas palabras mágicas se hizo más grande y poderosa y comenzó a brillar mostrándole a Fredor el recorrido de su alma por sus diferentes vidas. Fredor se quedó asombrado viendo como en todas y cada una de ellas de alguna u otra manera había hecho sufrir a los animales con su conducta rebelde.

-          Pues quizás me merezca el castigo- dijo Fredor cabizbajo.

-          Buscaré el momento del tiempo en el que empezaste a maltratar a los animales, te transportaré a esa vida y tendrás tan solo tres días para rectificar tu conducta. Si eres capaz de arreglar la situación en esa vida, todas tus vidas siguientes mejoraran considerablemente y regresarás a tu momento del tiempo totalmente transformado y sano interiormente, pero si no lo  logras, no podrás regresar a casa. Te quedaras retenido en ese momento del tiempo pasado sanando todo el mal cometido-  dijo el hada.

-          Pero entonces ¿no volveré a ver más a mis amigos? No podré volver nunca más a mi casa? – dijo Fredor preocupado.

-          Así es Fredor.  Te quedarás en esa vida convertido en…

Y dicho esto el hada desapareció y Fredor se vio transportado por el interior de un túnel a la velocidad de la luz. Pasó largos minutos por su interior por donde iba observando cada una de sus vidas y los diferentes maltratos que había realizado sobre diferentes personas y sobre diferentes animales. Hasta que de repente la velocidad fue aminorando y cayó lentamente al suelo desplomado como resultado del ajetreo constante que había sufrido en el interior del túnel. Cuando despertó vio a su alrededor unos cuantos rinocerontes que estaban pastando tranquilamente en unos matorrales que se encontraban en el sendero del bosque del Norte.

-          Pero ¿a donde he ido a parar? – dijo Fredor. ¿ Y qué hago aquí en medio de tanto animal?- exclamó Fredor muy sorprendido.

-          Oye animal serás tú- dijo uno de los rinocerontes que se encontraba a su lado.

-          Pero ¿eres tú quien me ha hablado? – dijo Fredor muy extrañado al escuchar la horrenda voz que salía despedida por su garganta.

-          Pues claro. Soy Rinocor . Y tu debes ser nuevo por aquí. – dijo el rinoceronte. Nunca te había visto

-          Eh….pues si- dijo Fredor sin saber qué contestar.

-          Bueno, pues te explicaré ciertas reglas que debes aprender. La primera cuando escuches el sonido de una caracola , huye. Segunda, cuando veas la cara de un villano con un gorro de vikingo, huye. Tercera regla , cuando veas aparecer por el horizonte una flecha en dirección a tu trasero, huye- dijo Rinocor ante la atenta mirada de Fredor.

-          Bueno, lo tendré en cuenta. ¿Y a qué es exactamente a lo que debo huir? – dijo Fredor.

-          No me digas que no has oído hablar de Fredor el vikingo. Es imposible que no sepas de quién te estoy hablando- dijo Rinocor.

-          ¿ Fredor el vikingo? –contestó Fredor que continuaba asombrado por lo que le estaba ocurriendo. Pues creo que puedo tener una ligera idea de quién se trata- dijo Fredor.

Y antes de que pudiese dejar de hablar, oyeron unos ruidos extraños que provenían del interior del bosque y se dirigían hasta donde ellos se encontraban.


-          Oh no…- gritaba uno de los rinocerontes. Es Fredor el vikingo y viene hacía aquí.

-          Huyamos rápido- dijo Rincor Fredor ahora convertido en un rinoceronte.

 Y dicho esto partieron los dos a esconderse entre los matorrales de las afueras del sendero para intentar no ser vistos por Fredor el vikingo.

Ocultos entre los matorrales vieron aparecer a Fredor seguido por un grupo de vikingos.

-          Aquí huele a Rinoceronte- dijo uno de los vikingos.

-          Si , es cierto. Espero que sean buenos ejemplares. Necesito renovar con sus cuernos mis armas y mi gorro. Los que tengo ya se encuentran un poco desgastados- dijo Fredor buscando entre los matorrales.

-          No te muevas- dijo Rinocor a Fredor. Si te caza estarás perdido.

-          Lo intentaré por la cuenta que me trae- dijo Fredor el rinoceronte.

Y muy sigilosamente se asomó entre los diferentes matorrales y pudo comprobar con gran asombro cómo era él en su anterior vida como vikingo.

-          Madre mía- pensaba para sí mismo Fredor el rinoceronte. No puedo ser yo- dijo muy triste al comprobar en Fredor el vikingo  la horrible mirada y el rostro tan malvado que podía llegar a tener. Pues quizás me merezca permanecer para siempre convertido en rinoceronte- dijo Fredor recordando las palabras del hada Proteasa.

-          Silencio- dijo Rinocor. Se acerca por allí

 Y los dos rinocerontes permanecieron en silencio intentando no ser vistos ni olidos por el pérfido Fredor.

-          Esta vez hemos tenido suerte- dijo Rinocor cuando comprobó que Fredor y el grupo de vikingos se habían marchado en otra dirección.

-          Si …hemos tenido mucha suerte- dijo tristemente Fredor.

-          Bueno dime ¿ Cuál es tu nombre? – preguntó Rinocor a Fredor.

-          Eh…me llamo… Rusco- mintió Fredor.

-          Encantado. Ahora que se ha marchado Fredor quieres venir conmigo a nuestra manada y te presento a varios amigos míos  de allí- dijo Rinocor dirigiéndose a Fredor.

-          Si , de acuerdo- dijo Fredor.


Y dicho esto los dos rinocerontes se marcharon en dirección a la manada de rinocerontes. Todos allí celebraron enormemente el regreso de Rinocor y permanecían muy asombrados esperando a que Fredor les presentara a su nuevo compañero.

-          Este es Rusco- dijo Rinocor. Lo he conocido esta mañana en el bosque del norte.

-          Hola- contestó emocionado Fredor. Encantado de estar con vosotros.

-          Hola Risco. Con nosotros estarás muy a gusto. Siempre intentamos ayudarnos entre nosotros y compartimos juntos nuestros alimentos. Cada día nos combinamos los momentos para meternos en este gran lago , donde nos limpiamos nuestras pezuñas y nuestros lindos cuernos- dijo Renata una preciosa rinoceronta acercándose dulcemente al lado de Fredor.

-          Ahh.. gracias por la información- dijo Fredor sonrosándose.

Y de esta manera Fredor convertido en un rinoceronte comenzó a pasar día tras día acompañado por sus amigos rinocerontes. Pudo comprobar en su propia piel que los animales sí que tenían alma y que eran capaces de tener sentimientos al igual que las personas. Eran capaces de sentir amor y respetarse mutuamente. Compartían momentos , alimentos e incluso sueños.

Poco a poco su amistad con Renata fue creciendo cada vez más y se hicieron muy buenos amigos. Todos en la manada celebraban entusiasmados un posible apareamiento entre Renata y él. Fredor se dio cuenta de que los momentos de felicidad eran tan solo arrebatados por la aparición constante de su propio yo convertido en Fredor el vikingo, que de vez en cuando , interrumpía en la manada llevándose consigo alguno de ellos para utilizarlo como trofeo o para usar sus lindos cuernecitos como puntas para sus lanzas.

-          Si no fuera por ese maldito vikingo nuestra felicidad sería absoluta- dijo Renata a Fredor que estaba embelesado mirando la belleza de esa linda rinoceronta.

-          Si , tienes razón – dijo cabizbajo Fredor sintiéndose más desesperanzado que nunca viendo que realmente su maldad pasada y futura era capaz de destruir muchas de las vidas actuales de sus buenos compañeros.

-          Tendría que hacer algo para ayudarlos- pensaba para sí mismo Fredor el rinoceronte. El hada me dijo que si lograba subsanar mis errores podría regresar a casa , pero la verdad, es que estoy muy contento en esta vida como rinoceronte y no me importaría quedarme en ella. Pero no puedo permitir que mi yo siga haciéndonos tanto daño. Tengo que buscar una solución aunque eso suponga regresar de nuevo a mi hogar y alejarme de mi amor por Renata. Lo tengo que hacer por ella y por mi mismo- seguía meditando Fredor. No puedo seguir refugiándome en mi vida como Rusco. Soy Fredor , el malvado vikingo y creo que tengo que hacer frente a esa situación.

-          ¿En qué piensas? – preguntó Renata a Fredor que se encontraba distraído con sus pensamientos.

-          Pensaba en que tenemos que tramar un plan para deshacernos del villano Vikingo. De esta manera podremos estar tranquilos y ser más felices. Estaríamos más contentos sin sus ataques- dijo Fredor el rinoceronte.

-          ¿Pero estás loco?. Eso no puede ser. Nos mataría a todos..

-          Se me ocurre algo- dijo esperanzado Fredor. Si funcionó conmigo en otra vida  puede ser que también funcione con el Fredor el vikingo de esta- dijo Fredor.

-          ¿Pero que estás diciendo? – dijo atónita Renata sin saber a que se estaba refiriendo Fredor.

-          No te preocupes Renata. Lo tengo todo preparado. Déjalo todo en mis manos- dijo Fredor.

Y dicho esto Fredor el rinoceronte partió pensando en cómo podría organizar el plan. Había pensado que si lograba hacer entender a Fredor el vikingo todo el daño que estaba haciendo con sus actos  a los animales igual que hizo con él el hada Proteasa , quizás Fredor rectificaría sus actos y dejaría de hacer daño con ellos. Si lograba asustar de alguna manera al vikingo quizás podría conseguir que se arrepintiese y con ello sanaría toda la maldad de sus vidas anteriores y futuras.

Así que con estos pensamientos comenzó a elaborar el plan. Decidió que partiría en busca de Fredor el vikingo y lo atraería hasta la cueva verde del bosque del norte. Una vez allí haría que El vikingo y sus secuaces se adentrasen dentro de ella. El prepararía con la ayuda de sus amigos un espectáculo de luces y sonidos para imitar con ellos  la aparición del hada Proteasa. Una vez que El vikingo estuviera allí le contaría que se trataba del espíritu protector de los animales y que venía a llevarse su alma por las maldades cometidas. Le mostraría una secuencia de sus actos malvados pasados y futuros con la ayuda de otros animales del bosque. Según sus cálculos, Fredor al ver las escenas se daría cuenta de su mala conducta y pondría remedio a ellas, mejorando y dejando en libertad a los rinocerontes y al resto de los animales.

Creía que al igual que le pasó a él con el hada proteasa, Fredor el vikingo intentaría rectificarse y subsanar su daño al comprobar la maldad de sus actos.

Así que lo dispuso todo . Fredor el rinoceronte junto con sus amigos se dirigió a la cueva verde donde prepararon las luces con antorchas, prepararon sonidos con diferentes instrumentos de la naturaleza y diseñaron con hojas y ramas vestidos y disfraces para evocar cada una de las vidas por las que el vikingo había pasado y pasaría siguiendo el relato que el hada Proteasa había narrado a Fredor.

Una vez que estuvo dispuesto todo, Fredor el rinoceronte marchó en busca del vikingo. Se mostró abiertamente delante de ellos y en seguida marchó corriendo en dirección de la cueva esperando que el vikingo fuera tras él.

Y así fue. Fredor en cuanto lo vio salió disparado tras él.

-          Mirad chicos. Un estúpido rinoceronte se ha atrevido a seguirnos hasta aquí- gritó Fredor el vikingo.

-          Vamos tras él. Tenemos un par de cuernos asegurados- dijo otro de los vikingos.

Y dicho esto fueron tras Fredor que corría y corría intentando no ser atrapado antes de llegar a la cueva verde.

-          Chicos. Preparad del espectáculo. Por allí llega Rusco y detrás de él vienen los vikingos- dijo Renata.

Y todos los animales prepararon el espectáculo de luces y sonidos que Fredor el rinoceronte había preparado.

Cuando Fredor llegó a la cueva , los animales iniciaron el espectáculo.

-          ¿Pero que es esto?- gritó uno de los vikingos.

-          ¿De dónde vienen todas esas luces?- gritaba desesperado otro de los vikingos.

-          “ Escuchadme con atención. Soy el espíritu protector de los animales y he venido en busca de vuestras almas por lo mal que os habéis comportado con los rinocerontes y con el resto de animales” – dijo Fredor el rinoceronte intentando poner voz tétrica para impresionar con ella a los vikingos.

-          “ Fredor…tendrás que pagar cada una de tus culpas convertido para siempre en un rinoceronte si  no eres capaz de subsanar en esta vida toda tu maldad cometida. Ahora te voy a mostrar todo el daño que has realizado “

Y dicho esto los animales disfrazados empezaron a hacer representaciones fantasmagóricas de las vidas pasadas y futuras de Fredor.

Fredor el vikingo permanecía atónito contemplando toda la escena sin dar crédito a lo que estaba viendo.

Todo estaba marchando a la perfección y los vikingos permanecían alarmados viendo todas las secuencias que los animales mostraban. Pero de repente Renata tropezó con una roca de la cueva y cayó redonda al suelo , desprendiéndosele en una de las caídas el disfraz de hada que había confeccionado con la ayuda de sus amigos los animales.

Renata fue descubierta por los vikingos que enseguida se dieron cuenta de todo el plan que los animales habían realizado.

-          Pero será posible- dijo uno de los vikingos.

-          No puede ser que estos tontos animales estuvieran a punto de engañarnos vilmente.

-          ¿ Pero de donde han sacado inteligencia estos animales? . Yo pensaba que no tenían coco para pensar- dijo otro de los vikingos.

Y dicho se esto se abalanzaron sobre Renata que se vio envuelta en el interior de la red de Fredor el vikingo. Pero de repente, Fredor el rinoceronte salió de su escondite y mirando fijamente al vikingo exclamó:

-          Deja a Renata en paz. Llévame a mi contigo si quieres pero déjala a ella tranquila- exclamó enérgicamente Fredor el rinoceronte.

Fredor y el resto de vikingos se quedaron asombrados viendo aparecer de nuevo al rinoceronte y viendo el valor y las fuerzas que demostraba enfrentándose a ellos sin demostrar el más mínimo temor.

-          Deteneos un momento- dijo Fredor el vikingo al resto de sus compañeros vikingos.

Y muy lentamente se acercó hacia  si mismo convertido en rinoceronte y durante un largo rato estuvo observando la mirada y la seguridad con la que Fredor el rinoceronte se había dirigido hacia ellos.

En ese momento Fredor el vikingo vio a través de sus propios ojos en el rinoceronte el gran amor que sentía por la pequeña Renata. Y lo sintió como si de su propio amor se tratase. Acto seguido pidió a sus compañeros vikingos que  dejasen en libertad a Renata y al resto de rinocerontes.

-          No sé como lo has hecho, querido rinoceronte. Pero has logrado que algo en mi interior cambiase y ahora veo las cosas diferentes gracias a ti. No volveré a atacaros nunca más. No necesito reconocimiento a través de trofeos ni cuernos de rinocerontes con los cuales demostrar mi poder. He visto en ti algo que no lograré nunca conseguir a base de prepotencia y orgullo, el verdadero reconocimiento lo tengo que buscar en mi interior y en el amor hacia mi mismo y hacia los demás- dijo Fredor el vikingo.

-          Marchémonos de aquí- dijo dirigiéndose al resto de vikingos. Tenemos que celebrar que hoy un nuevo Fredor a nacido.

Y con estas palabras todos los vikingos se marcharon dejando a los rinocerontes perplejos por lo que había acontecido allí.

-          ¿Estás bien querida Renata? – preguntó Fredor el rinoceronte.

-          Si . Menos mal que todo ha salido bien. Pensaba que no saldríamos de esta- dijo Renata.

Y los dos rinocerontes se fundieron en un gran abrazo contentos y felices por haberse librado del pérfido vikingo.

Pero de repente , en aquel momento, Fredor comenzó a sentir que algo extraño le pasaba y comenzó a dejar de sentir la pequeña vocecita de Renata. Se vio de nuevo transportado a través del túnel y muy a su pesar volvió a su vida presente acompañado por el hada Proteasa.


-          Bueno, creo que has realizado correctamente tu misión- dijo Proteasa. Gracias a la valentía y al amor demostrado has podido regresar a tu vida presente.

-          ¡¡Oh no,,,!!!No quería volver. Quiero estar con mis amigos rinocerontes y regresar junto con mi querida Renata- dijo Fredor al hada que permanecía inmóvil a su lado.

-          Pero eso no puede ser- dijo el hada. Tu función allí ha finalizado. Has logrado subsanar todos tus errores y equivocaciones presentes, pasadas y futuras . Tu hogar está aquí.

¿Pero que pasará ahora con Renata? . Verá que he desaparecido. ¿ Y mis amigos rinocerontes? ¿ Y el vikingo Fredor?- dijo Fredor  muy triste.

-          Ellos estarán bien. No te preocupes. Para ellos tú todavía sigues con ellos en esa vida y disfrutaras con Renata en ella aunque en esta vida no seas consciente de ello- dijo el hada. Todos los cabos están atados y te darás cuenta de esto en seguida. Ahora debes volver a tu casa.

Y dichas estas palabras el hada se marchó dejando triste y pensativo a Fredor que volvió a casa resignando.

Cuando llegó allí pudo comprobar que nada había cambiado, todo seguía igual como lo había dejado aquel día.

Muy triste se fue a la cama sin cenar con el recuerdo amargo de la separación de Renata.

Al día siguiente se reunió con sus amigos.

-          Hola Chicos. Os tengo que contar que para mí ya no existen ni batallas de gallos ni apuestas ni competiciones estúpidas. He cambiado. No quiero maltratar a ningún otro animal nunca más- dijo Fredor.

-          Pero Fredor. ¿ Te has tomado algo? – dijo Alejandro. ¿ Que estás diciendo?. Deben ser los nervios de la inauguración-

-          ¿Pero de que inauguración estáis hablando?- preguntó Fredor.

-          Pues de la inauguración de nuestra asociación para la protección de animales. Hoy es nuestro gran día. Venga que Renata nos está esperando.- dijo Richi. No querrás hacerla esperar demasiado. Ya sabes lo impaciente que es.

-          ¿ Renata?.. Asi claro..Renata- dijo Fredor muy sorprendido  por todo lo que estaba escuchando.


Y dicho esto los chicos se marcharon en dirección a la asociación protectora de animales donde le esperaban muchos de los compañeros que habían colaborado en la puesta en marcha del programa de actividades de la fundación.

-          Hola Fredor. Ya era hora de que llegarais. Esta aquí el alcalde para entregarte el primer premio solidario del parque Natural.

-          Gracias a tu ayuda con los rinocerontes del parque Natural de Cantabria hemos logrado que la única pareja que quedaba de rinocerontes se apareara y diera a luz un pequeño rinoceronte que evitará la extinción de la especie- dijo Renata abrazando y besando una y otra vez a Fredor. No sé como lo hiciste, pero ha sido genial ver como nacía el pequeño rinoceronte.

-          ¿ Un rinoceronte pequeñito?. Me dejas ver las fotos- dijo Fredor muy asombrado.

-          Pero Fredor ¿ Se puede saber qué te pasa hoy estás muy despistado?- dijo Alejandro observando atónito a Fredor.

-          Es que no he dormido muy bien-dijo Fredor.

Y dicho esto Fredor recogió de las manos de Renata las lindas fotitos del bebé rinoceronte  y comprobó emocionado las imágenes de los dos papás que le hicieron   volar de nuevo con su imaginación a través del tiempo recordando los buenos momentos que había pasado en su vida pasada como rinoceronte.

Y es por esta razón que actualmente todavía podemos disfrutar de la compañía de nuestros amigos los rinocerontes, ya que gracias a Fredor y al gran amor que sintió por Renata en su vida como rinoceronte había conseguido evitar que llegaran a extinguirse y cambiar con ello el destino de su vida y el de muchos de los animales con los que se encontró en sus anteriores vidas y en las siguientes.

Y colorin ,, colorado este cuento se ha acabado.


Monica Zambrano- Los wikicuentos multiculturales.


1 comentario:

  1. Super magnifico cuento me encanto la moraleja....gracias por este cuento tan verdadero

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